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El recorrido por las propuestas turísticas de lujo de Punta de Este ya arrancó y bien arriba. “Antes los argentinos de mayor poder adquisitivo sentían que no tenían que ‘mostrarse’. Como ya no se sienten perseguidos, vienen, gastan más y disfrutan de los lujos que puedan”, cuenta a Clarín el francés Pierre Palenzuela, dueño de Excellence, una firma que ofrece “turismo a medida”, o sea, a la medida de los ricos y de los que quieran serlo por un rato.
“Si lo piden, mandamos el helicóptero hasta la chacra de José Ignacio donde estén alojados y los llevamos a comer un asado a Montevideo” (el minuto se cobra en dólares desde que la aeronave sale de su base hasta que regresa). Una opción para los que se alojan en hoteles de 3 o 4 estrellas: “30 minutos de sobrevuelo por Punta del Este, saliendo del aeropuerto El Jagüel a US$ 209 por persona si lo contratan 3 pasajeros”.
Que agradable es sentirse que pertenecemos a una clase que nos desprecia. Arriba la alegría.
Mientras, gradualmente, va quedando gente afuera.