En una entrevista en el
Buenos Aires Herald con el abogado que defiende
a la exmujer de Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado, y a las dos hijas que ambos tuvieron, retoman la hipótesis del
"suicidio inducido por un tercero".
El aporte es una novedad porque hasta aquí, la querella tenía la firme la convicción, al menos desde sus declaraciones públicas, que a Alberto Nisman lo habían asesinado. En la nota reconoce que se baraja la posibilidad de un suicidio con "motivos financieros" y presionado "por un tercero".
Salgado y sus peritos en sus primeras conclusiones descartaban la hipótesis del suicidio y aportaron "pruebas" ya descartadas sobre la presencia de terceros en el departamento del fiscal.
El resto de los preritos en la causa sostienen el suicidio a secas como hipótesis central.
Se sigue cayendo el clima de sospechas que instalaron los promotores de la marcha del silencio del 18 de febrero y su ampliación mediática.