martes, 26 de marzo de 2013

la corrupción en el estado vaticano

Lo llaman "el James Bond" del mundo financiero.
Aunque en el Vaticano todo es secreto –o casi, después de Vatileaks–puede suponerse que el Papa Francisco ya habrá tomado contacto personal, o lo hará en estos días, con un personaje poco conocido y muy peculiar: René Brülhart.
Ex director de inteligencia financiera de Liechtenstein, se encargó de erradicar, o al menos disimular, los delitos financieros que hicieron de ese pequeño principado, sito entre Suiza y Austria, un refugio seguro para dinero sucio de todos los orígenes. Abogado suizo, de 40 años y aspecto impecable, Brülhart puso a Liechtenstein a tono con las normas bancarias exigidas por la Unión Europea.
Pues bien: en octubre del año pasado, tan sigilosamente como se acostumbra en la curia romana, Brülhart fue contratado por el Vaticano para hacer con las santas finanzas algo parecido a lo que hiciera en aquel principado. Según algunos vaticanistas, sus primeros informes terminaron de empujar a Benedicto XVI a la renuncia y al retiro en un convento aledaño al que fuera su trono.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Che, y si hacemos una vaquita entre todos y le decimos a este Brulhart que se pegue una vueltita por Argentina?

Bonazo dijo...

Parece que tiene más trabajo que hacer en Europa y en el Vaticano. Luego nos dan desde allá lecciones de moral y de gestión.