viernes, 16 de marzo de 2012

vayamos aclarando: ¿de quién es ypf?

Julio De Vido afirmó hoy que "es un error confundir los intereses de España con los de Repsol y menos con los de YPF, ya que es solamente su principal accionista, recordando que la misma es una empresa argentina porque tiene domicilio y opera en nuestro país".
Salió así al cruce de las declaraciones del Ministro de Industria de España, José Manuel Soria, quien había señalado que "los intereses de YPF son los de Repsol y los de España", sobre las que consideró que "no comparte en absoluto".
 "Los intereses de YPF no pueden estar disociados del desarrollo nacional porque es una empresa argentina con accionistas españoles" por lo que "de ninguna manera sus objetivos pueden apartarse de los intereses del Estado Argentino dado que sus principales activos son los yacimientos que le concesionaron las provincias y uno de sus principales objetivos sería abastecer en su franja adecuadamente al país de hidrocarburos explotando plenamente esos yacimientos". En tal sentido, el ministro consideró que "es razonable que sus accionistas procuren maximizar beneficios, pero debe ser en el marco del pleno abastecimiento del país y no a costa de éste" y recordó que YPF, en tanto empresa argentina, debe trabajar para que la producción de gas y petróleo acompañe al crecimiento del país.

(2) las razones de un macriveto

El informe, realizado junto a la ONG Poder Ciudadano (que presidió anteriormente Laura Alonso, hoy diputada nacional por el PRO), recuerda que “la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires había sancionado en diciembre de 2009 una regulación sobre publicidad oficial que prohibía el uso proselitista por parte del Gobierno porteño de los recursos públicos en publicidad”.
La sanción fue en las últimas sesiones de ese año, y por unanimidad. Pero Macri, vetó nueve de los 18 artículos de la normativa y jamás la promulgó, con lo que, a juicio de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), demuestra una reticencia del Ejecutivo de la ciudad a administrar los fondos públicos destinados a pauta de modo transparente y controlado”.
Entre los artículos que vetó están los que establecían que en los avisos de la ciudad no se podían “incluir el nombre, voz, imagen o cualquier elemento identificable con funcionarios del sector público de la Ciudad de Buenos Aires”, ni usar colores o símbolos que pudieran confundirse con los del partido de Gobierno.
Basta con ver las últimas campañas del Gobierno porteño para verificar el abuso en la inclusión del propio Macri en las promociones. Ni hablar del amarillo y negro que identifican al PRO. Incluyendo sus propias boletas en el cuarto oscuro, en las elecciones del año pasado.

(1) macri es el más gastador en publicidad


Macri destina más del doble que la Nación en publicidad oficial.
Lo hace en términos porcentuales sobre el presupuesto que cada gestión administra. No sólo eso: el Ejecutivo que comanda casi duplica lo invertido por habitante en publicidad, en contraste con lo que gasta su par nacional, a cargo de la presidenta Cristina.
Todo, después de que el líder de PRO vetara la ley sancionada en la Legislatura de la Ciudad, con el apoyo de los mismos legisladores macristas, que regulaba la utilización de estos fondos en el ámbito porteño.
Los últimos datos presentados sobre los gastos de publicidad oficial corresponden al período 2010. Según un informe del investigador del Conicet, Martín Becerra, en ese año Macri destinó 154,7 millones de pesos en pauta publicitaria, sobre un gasto en el presupuesto 2010 aprobado de 19.393 millones de pesos.
Con esto, orientó el 0,80% del presupuesto para promocionar al Gobierno de la Ciudad. En el mismo período, la Nación derivó casi 1.225 millones de pesos, sobre un gasto estimado en 326.615 millones de pesos: un 0,37% de lo presupuestado. La comparación se inclina porcentualmente hacia el lado macrista incluso si se toma sólo el gasto primario.
Es decir, descontando los gastos por pago de intereses de deuda. Mientras la Nación destinó el 0,62% del gasto primario a publicidad oficial (1.224,7 millones de pesos sobre 197.060 millones), la Ciudad orientó el 0,81% (154,7 millones sobre 18.990 millones). En este cálculo, el gasto de publicidad del Gobierno nacional incluye el programa Fútbol para Todos. Los números también son más gruesos en el PRO si la división se hace por habitante. El Gobierno nacional usó 30,61 pesos por habitante en 2010; el de la Ciudad, 53,34 pesos. (BAE).