lunes, 6 de agosto de 2012

contado desde la tribuna de lanata

Arranca con el programa. El monologo consiste en la presentación en clave humorística de las noticias semanales. Algunos remates y gags tienen más efectividad que otros. Un pibe de sweater negro se ríe con un remate y levanta sus pulgares apuntándoselos a Jorge. Es una manera de demostrar que el chiste ha funcionado. El resto son carcajadas previsibles, aplausos que se ven venir, que se saben que de algún modo van a suceder en el momento en que todo indica que deben suceder.
El showman hace lo suyo sobre el borde peligroso que divide el humor crítico de la zonza payasada. Jorge Lanata hace periodismo de investigación y decide hacerlo en el equilibrio permanente entre esas dos zonas fronterizas. Su destreza será celebrada si no acaba cayéndose del todo sobre alguno de los dos terrenos. Si eso no sucede Lanata seguirá siendo Lanata y el periodismo de investigación, en definitiva, seguirá siendo periodismo y no otra cosa.
El espejo cubre toda la pared lateral y el efecto visual repite nuestra imagen de tribuna. Más allá mi reflejo debe estar anotando impacientemente en el celular algo sobre este público que me rodea.
Casi todos vinieron en grupo de amigos. Casi todos son jóvenes y casi todos se parecen a casi todos. Los grupos de chicos, por ejemplo, son de esos grupos en que todos saben combinar una camisa con un suéter de hilo, un buzo GAP con el pelo despeinado, una camisa a cuadros abierta con una remera blanca.
Los grupos de chicas también se parecen entre sí. Se parecen a los grupos de chicas en los que casi siempre encontrás alguna rubia y alguna morocha muy lindas, la mayoría vestida con calzas de cuero y zapatos de gamuza con plataforma, la carterita diminuta colgándoles del hombro.
Es increíble la coordinación de algunos: apenas mandan un informe bajan la mirada y escriben en el celular multifunción.
Juani le escribe a Vero en el chat que todo esto es muy cómico. Vero le responde que jaja, y se lo escribe muchas veces, tantas veces que no llego a contarlas. Un colorado le escribe a Tomy en el chat que ahora él no puede porque está en el programa de Lanata. Tomy le responde que jaja, y se lo escribe con mayúsculas. Tomy debe estar cagándose de risa. Si no la mayúscula no la entiendo.
Mientras tanto los televisores siguen mostrando el informe sobre las fortunas cosechadas por los sindicalistas amigos del gobierno. Mientras tanto algún chico mira distraídamente el informe.
En el último corte yo me entero que para el chico que está sentado a mi izquierda Lanata es un capo. Estoy a punto de preguntarle por qué, pero dudo y pierdo la oportunidad; el chico comenta con su amigo sobre las dificultades de hacer un programa en vivo.
Contado por Nicolas Andrada.

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