viernes, 17 de febrero de 2012

el juez que era un cliente

Si Andrea Darrosa, según el testimonio de Susana Trimarco, se sentía sin salida hasta que pudo liberarse del circuito de explotación, fue porque en los ocho años que estuvo cautiva fue testigo de las relaciones entre los proxenetas y los policías, incluso los jueces. La primera vez que fue invitada a declarar después del allanamiento en el Candilejas, el burdel propiedad de Irma Medina, ella se negó. Más tarde le confesó a Susana Trimarco que no había ninguna posibilidad de declarar ante el juez Walter Moreno, que intervenía en la causa. “Me lo dijo muy clarito –dice Trimarco–. ‘¿Cómo voy a declarar ante un juez con el que me he acostado?’. Ese tipo iba a los locales de Chenga y Medina y a las chicas las hacían poner en fila para que elija.” Moreno es acusado por la mamá de Marita de rechazar los exhortos que enviaba la Justicia tucumana y de frenar los allanamientos que podrían haber dado con el paradero de su hija.
(Es recomendable leer a Marta Dillon en Página el seguimiento diario del caso). 

4 comentarios:

Daniel dijo...

Mas repugnante, imposible.

carlos dijo...

¡El poder judicial es el más corrupto de los tres poderes!....Deben tener fecha de vencimiento en sus mandatos tanto jueces y fiscales.

DEBEN SER ELÉCTOS POR EL VOTO CIUDADANO:_

Anónimo dijo...

Vos sabés de quién son los (creo que) seis puteríos de Dolores, ¿no? Y te imaginarás quiénes son los socios capitalistas de Meckievi (ups)...

Marcelo, el gaucho

josé rubén sentís dijo...

Me imagino, si.