domingo, 17 de julio de 2011

es la autonomía, estúpido

Hay clima de oficialismo en el voto de la gente. Hasta ahora, salvo en honrosas y puntuales elecciones, en general se impone quién gobierna. 
En lo que va del año se ha votado en Catamarca, Chubut, San Juan (plebiscito), Ciudad de Buenos Aires, Tierra del Fuego, Misiones, distintas municipalidades y se viene Santa Fe y Córdoba.
De ahí vamos en todo el territorio a las primarias del 14 de agosto donde comenzaremos a ver quien será segundo y a cuántos puntos se ubica de Cristina.
La gente vota lo que está, porque hay un país que funciona y el elector menos politizado decide dar continuidad de su vida diaria. ¿Para qué cambiar si está bien?.
En esta oportunidad no hay voto castigo.
Pero está la cuestión de la autonomía en distritos como la CABA y otros. Ahí un sector determinado no se pone colorado ni va tener ninguna culpa por haber votado a Macri y luego acompañar a Cristina.
No le gusta sentirse invadida a esa mitad. Hay un cierto espíritu de chauvinismo localista,  independencia e individualismo en el alma de los argentinos que tenemos que interpretar.
Agreguemos al discurso y al relato la inteligencia de explicar que el modelo nacional de crecimiento e inclusión social fortalece la autonomía lugareña.
No es una cuestión de globos de colores.

"A los pibes los trajo Normita"


Según contó mientras tomábamos café en plena víspera de fin de año el entonces joven directivo de Clarín, Norma Cadoppi se ocupó de “buscar a los chicos”. No aclaró con quiénes habría ido y la explicación, lógica, era que ella podía tener la precaución de saber en qué estado de salud estarían los niños a adoptar por Ernestina Herrera, viuda de Noble. Pero a Cadoppi, prestigiosa oncóloga y habitual conferencista de los coloquios de Idea, nadie le podría pedir explicaciones por aquella versión. Sencillamente, porque si Felipe y Marcela Noble Herrera no son hijos de desaparecidos, el eventual delito cometido por participar de una adopción ilegal está prescripto y no le quedaría ninguna mácula en los tribunales.
En lo referido a la identidad biológica de Felipe y Marcela Noble, la reunión con el ex directivo de Clarín tuvo sólo un punto más. Le pregunté si podía dar certeza de que, en el medio de aquella supuesta travesía a Misiones para traer dos niñitos, no podría haberse metido algún servicio de espionaje o grupo de tareas y que, en vez de dos misioneritos hijos de mujeres pobres, la doctora Cadoppi hubiera traído a dos bebés nacidos en un campo de concentración. La respuesta del atlético setentón fue rápida: “¡Ah, eso no te lo puedo garantizar! Eso es algo que no sé”.

se viene santa fe

El debate, del que no hay antecedentes en esta provincia, se realizó en los estudios de canal 5 de Rosario y fue transmitido simultáneamente por canal 13 de Santa Fe, radio LT8 de Rosario, los sitios Web de los diarios La Capital de Rosario y Uno de Santa Fe, y tomado también por las emisoras de Radio Nacional en esta provincia.Al finalizar el encuentro, los periodistas que moderaron el debate coincidieron en señalar que "hubo dos candidatos que provienen de la política, están formados y armaron equipos de trabajo", en relación a Rossi y Bonfatti, y destacaron que Del Sel "realizó diagnósticos" más que ofrecer "propuestas concretas" para Santa Fe.

el juego de los parecidos

Nos cuenta Fede Vasquez en Miradas del Sur, que esta fotografía del momento político y social se empieza a reflejar en una marcada caída en la imagen del gobierno y del propio presidente chileno.
Ya se ha trazado algunas veces un paralelismo entre Macri y Piñera: empresarios que deciden dar un salto a la política, previo paso por la administración de un club de futbol. Habría que agregar que, más allá de las diferencias, los dos se sienten cómodos en lugares livianos de la política (el caso de Piñera rescatando en vivo y en directo a los 33 mineros y recorriendo el mundo contando los pormenores del reality show, es un ejemplo). Sin embargo, ese deseo posmoderno choca a veces con la dureza de la gestión concreta, donde las elecciones ideológicas no pueden soslayarse por más que se quiera. Eso parece estar sucediéndole a la sonrisa de Sebastián.
Claro que las diferencias entre gerenciar una ciudad y un país son notables: Macri logró la ilusión de una gestión ideológicamente neutra durante cuatro años, por lo menos. Piñera, por apenas uno y medio.