Allí sostiene que "para reforzar la ceguera caprichosa de los diplomáticos británicos, el Ministerio de Relaciones Exteriores cerró media docena de embajadas en América Latina, para reducir al mínimo el peligro de recibir opiniones subversivas de capitales extranjeros".
"Todo esto forma parte de la decadencia de Gran Bretaña", consideró Gott en su artículo, reproducido por Tiempo Argentino.
"Dado que Argentina y Gran Bretaña tienen razonables reclamos sobre las islas, el sentido común sugiere que los dos países deben reunirse para negociar una solución, y eso es exactamente lo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha sugerido frecuentemente", continúa el columnista e historiador.
"Ella no ha estado `aumentando la presión´, y menos aún ha estado preparando a los militares argentinos para un ataque. Ella simplemente está reiterando una política de larga data, que está instalada de manera permanente en la constitución del país", argumentó Gott en su columna.
"Lo que cambió en los últimos años es el clima político en América Latina. Nuevos gobiernos aparecieron en todo el continente, con una agenda progresista y nacionalista...están unidos en la creencia de que su continente debe organizarse en beneficio de sus propios pueblos, sin injerencias externas", finaliza.
3 comentarios:
Esto correspondería al post anterior, pero escuchar hablar de autodeterminación de los habitantes de las islas, y que no hablen de la autodeterminación de los gobernados por Bernet en 1832 cuando intervienen los estadounidenses con la Lexington, o de los gobernados por Pinedo (por muerte del designado) cuando interviene la Clio, habrá sido consultada en sus respectivos momentos.
Nunca menos y navideños abrazos
Abrazo y felicidades, Norberto.
¡Chocolate por la noticia! Menos mal que un periodista serio, un inglés, sin decir nada del otro mundo, advierte que algo está cambiando de este lado del globo.
Aunque nosotros le estemos reclamando desde hace 1000 años.
Pero a la pérfida albión le importa medio bledo la "autodeterminación" de los 3000 tipos que viven en esos páramos del fin del mundo.
Allí están las puertas del continente Antártico. Hay riqueza pesquera y ahora, hasta petróleo.
Y el paso entre dos océanos en caso de un conflicto en el Canal de Panamá.
Con ellos y sus amigos siempre se trató de la razón de la fuerza y no de la fuerza de la razón.
De no ser así, nunca hubieran soltado su dominio sobre Hong-Kong.
Algún día seremos más fuertes que ellos ó ellos tan vetustos y aburridos que ya no les interesará luchar.
Saludos
Tilo, 70 años
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