jueves, 19 de agosto de 2010

la nación retó a sus periodistas por el uso de twitter

El caso de Sirven que anunció la muerte por Twitter del escritor Narosky que no había fallecido, desató el enojo de las autoridades del medio.

Leemos en DsD:
Era inevitable que la discusión llegara al país: qué puede o debe hacer un periodista de un diario –y que no- a la hora de escribir en las diferentes redes sociales, básicamente en Twitter, cuyo acceso es público.


El tema fue motivo de interés en varias redacciones luego de observar que diversos periodistas de los diarios porteños (en especial de los dos “grandes”: Clarín y La Nación) difunden en Twitter opiniones livianas de cualquier asunto de la actualidad, polemizan con funcionarios y/o con políticos, o expresan afirmaciones que en el diario en que trabajan jamás las podrían publicar. “El manual de estilo, ¿sólo corre para lo que se escribe en el diario o también para lo que se publique en la web?”, se preguntó un editor ante DsD.


En La Nación el tema ya generó algunas sugerencias informales por parte de los editores a los periodistas de diversas secciones que usan Twitter. Según fuentes de la redacción consultadas por DsD, un pedido concreto fue “moderar y cuidar las palabras que se utilizan” en los mensajes en esa red. Otro fue evitar escaladas o discusiones con funcionarios públicos o políticos de cualquier extracción. Y también prestar atención a las manifestaciones políticas o ideológicas que se lanzan. “Todo lo que digan en Twitter va a ser usado en su contra”, le comentó un editor a un grupo de cronistas del diario.


Otro advirtió: “Ustedes son personas públicas y deben cuidarse de lo que dicen, más aún si se trata de temas sensibles”. Sin embargo, los editores del diario les pidieron a sus periodistas que no abandonen la red social, sino que la usen para amplificar las notas que publican, o para recomendar trabajos del diario: “la idea es tratar de ampliar la información a otras audiencias”, señaló un periodista.

de a poco descubren que hay una presidenta

Ayer en Rosario vimos y escuchamos a Cristina desde la Bolsa de Comercio de Rosario con auditorio de gente de negocios y números. Habló con suficiencia, sin soberbia ni falsa humildad, en una clase espécifica de economía pública, distendida, no le observé ningun papel cerca y manejando todos los números con convicción. Me llamó la atención las expresiones de los rostros de quiénes la estaban escuchando.


Y hoy pude leer esto en Ambito:

El gobernador Hermes Binner dijo que Santa Fe «no tiene recursos naturales» como otras provincias, lo que generó la inmediata respuesta de Cristina de Kirchner. Le retrucó que «muy pocos lugares en el país tienen un suelo tan rico y una capacidad productiva tan importante». En el instante en que se acercó al atril, la Presidente dijo mientras miraba hacia su costado a Binner: «¿Santa Fe no tiene recursos naturales? Pocas provincias fueron tan bendecidas como ésta», e inmediatamente comenzó a detallar lo «exitosa» que es la economía argentina. «Todo el mundo me lo dice, tenemos la producción agroindustrial más competitiva del planeta».
Los datos económicos fueron los protagonistas en los casi 60 minutos de discurso. Sobre el final se ocupó de la economía en negro, «la gran informalidad», y la evasión fiscal. «No se rían -retó a los operadores-, en Estados Unidos la gente va presa por eso», adoctrinó.