lunes, 22 de marzo de 2010

dos minutos con la mitre: hay que matar a mimicha



Hoy, a las 11:28 en Mitre en el programa Hola Chiche:


-Chiche Gelblung: “¿Qué va a decir Mimicha?”, (preocupación por la ex del Lole)

-Jaime Rosemberg, columnista del programa: “Aparentemente, en un sitio de ella habría dejado un frase diciendo que va a hablar y va a revelar algunas cosas. Según Reutemann hace 20 años que no se hablan.”

-El imitador de Carlos Reutemann trata de decir algo gracioso.

-Jaime Rosemberg: “La historia de las reunión es que De Narváez quiere ampliar sus contactos con el peronismo y Reutemann también. Reutemann está trabajando para su candidatura, pero no la va a anunciar ahora.”

-Chiche comenta que está por salir un libro sobre Reutemann, Lole Position, a partir de revelaciones por Mimicha.

-Horacio Pagani: “hay que matarlas.”

-Chiche adhiere a la propuesta de Pagani.

(Dentro de unos días van a decir que el libro de Mimicha que tanto les preocupa lo escribió Néstor)

se viene la ley k gay



Leemos en hoy en Charlas de Quincho:

La primera cuestión -el apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo- se disparó como una instrucción a los bloques oficialistas: tiene que salir pronto una ley que lo permita, sin estridencias y que no sea un mamarracho. ¿Razones? Que es un tema que le gusta a la gente, tiene el apoyo de todos los sectores, le permite al Gobierno ponerse el sombrero de progresista. Además, es algo imparable, dice la orden presidencial que ya llegó a las comisiones respectivas para que unifiquen todos los proyectos que hay y le saquen, entre otras cosas, esta bandera a Mauricio Macri, que se animó a pelearse por eso con Jorge Bergoglio al no apelar las autorizaciones judiciales y les sacó varios palmos en la consideración de su electorado (el jefe porteño usa el mismo argumento, es algo que les gusta a todos). No está en las convicciones de Cristina de Kirchner tanto afecto por esa idea de hombres casándose con hombres, pero tampoco (se sorprendió) le llevó el tema Bergoglio a la reunión con los obispos, que las dos partes quisieron que fuera pacífica, a punto tal que Cristina y Bergoglio calificaron el encuentro como lo mejor que les había pasado en el año.