jueves, 3 de diciembre de 2009

el futbol para todos provocó una víctima









Podemos leer en El Cronista:

“Los efectos de la estatización del fútbol en la Argentina sobre TyC, la empresa que durante años tuvo en su poder los derechos para la transmisión y comercialización de ese deporte, fueron de los más diversos. Uno de ellos, tal vez el más llamativo, es que puso fin a la historia de ‘Locos x el Fútbol’, un restaurante temático y del que justamente era propietario TyC, con base en el mundo de la redonda, y que operaba como bunker de los fanáticos en tiempos de las transmisiones codificadas”.

Qué tiempos eran aquellos tan cercanos y parecen tan lejanos.
Solo las tribunas eran de nosotros y los negocios ajenos.
Como las penas y la vaquitas de Atahualpa.

solo tenés que animarte a poner los nombres de la corrupción periodística










Se va a instalando. La batalla por la nueva ley de medios no solo trajo esa buena nueva.
En el camino de la dura pelea se fue blanqueando sospechas y confirmando realidades.
Blanco sobre negro.
Acá un buen resumen de los amigos de DsD.

Periodismo y corrupción: hay conciencia, sólo faltan los nombres

En los últimos días, dos diarios hicieron mención a la corrupción en el periodismo. El 17 de octubre pasado, el secretario de redacción de Perfil, Javier Calvo, expresó en una nota: “Me avergüenzan los colegas y medios que usan una tarea apasionante (el periodismo) con el propósito de hacer negocios, traficar influencias, extorsionar y operar políticamente, abandonando escrúpulos profesionales y éticos”.
El editor jefe de Clarín Julio Blanck publicó el viernes pasado una nota en la que afirmó en uno de sus párrafos: “Los periodistas y los medios cometemos errores, incurrimos en prácticas incorrectas, poco profesionales o directamente corruptas, y a veces corremos el riesgo de parecernos a quienes, con su ataque sistemático, sólo pretenden acallar esas voces molestas y acomodarlas a su conveniencia”, afirmó. Ambos temas también habían sido abordados (en forma parcial e incipiente) por el libro “Propaganda K”, de la periodista María O´Donnell, y por el informe “El precio del silencio”, difundido por la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), especialmente en el capítulo “periodistas empresarios”.
Tanto las notas periodísticas como el libro y el informe mencionado dan cuenta de que existe en el ambiente la conciencia de prácticas corruptas en el periodismo, o de al menos conductas reñidas con la ética profesional. Sólo falta que los propios medios se animen a investigar y a publicar los nombres y apellidos de los corruptos y corruptores. Pero las referencias generales son, al menos, un paso adelante.