martes, 3 de noviembre de 2009

preguntas sin respuestas en el caso pagni



Primero comenzaron a circular unos videos comprometiéndolo.
Luego el programa 6,7 y 8 de Canal 7 lo da a conocer y se amplifica el debate.
La reacción de los impolutos no se hizo esperar.
"Escandalo", "yo no fui", "que verguenza", "para eso quieren a los medios..."

Ahora DsD ha hecho un buen informe de las reacciones y las conductas de los medios, que podemos leer completo acá.

Por ejemplo, ¿por qué un periodista tendría que llevar a sus fuentes al diario para que dialogue con sus directivos? ¿No debería ser el propio periodista el que analice esos datos y, en todo caso, luego consultarlo con la jerarquía del matutino? ¿No se hizo siempre así?

Pagni omite cualquier tipo de explicación sobre ese “informe político de mi autoría” que Romero supuestamente “distribuye habitualmente”. DsD dialogo al menos con 3 directores de comunicación que coincidieron en que compran la newsletter política de Pagni, no tanto por la información que allí se publica sino con el objetivo de mantener una relación de cordialidad con el periodista. Todos los consultados por DsD entienden que el “informe político de mi autoría” que dice Pagni, no es otra cosa presuntamente que su propia newsletter.

Otro interrogante se plantea cuando el columnista de La Nación dice en su primera nota (antes de la solicitada de la empresa) que la información que publicó sobre YPF no fue desmentida.

El columnista recurrió así a una falacia muy extendida en el ambiente periodístico que sugiere que aquella información no desmentida es cierta. Todos los periodistas y profesionales que se desempeñan en ámbitos de comunicación públicos o privados saben que esto no es cierto: hay múltiples razones por las cuales no se desmiente una información publicada y esto no implica que sea cierta. A veces, por no darle mayor entidad a esa inexactitud, a veces por considerar que se trata de un simple error del periodista en su buena fe y muchas veces porque se sabe que la desmentida nunca será jerarquizada por el periodista o el medio, como la supuesta mentira o inexactitud.

Vale la pena preguntarse entonces ¿Cuándo no fue desmentida, la información era cierta? ¿Luego de que fuera desmentida, pasó a ser falsa?

Luego de la solicitada de YPF la totalidad de los medios de comunicación decidieron no seguir con esta controversia. Tal vez el lector no haya advertido que YPF es uno de los principales anunciantes del mercado.

Otra cuestión periodística interesante es observar que el columnista evitó aclarar en sus réplicas a la petrolera un punto central de la solicitada de la empresa: por qué desde noviembre de 2008 hasta el presente, nunca llamó a la empresa para verificar la información antes de publicarla. Más aun si se trata de un columnista del diario La Nación.

Otras dudas son las siguientes: ¿Cómo es que un columnista político tiene a su vez “un periodista relacionado”? ¿Qué significa eso? ¿En qué se basa tal “relación”? ¿Tendrán todos los columnistas políticos de los diarios a sus “periodistas relacionados”?

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