lunes, 4 de mayo de 2009

de bueno a malo, de malo a bueno, de bueno a malo


Ese es el destino de Luis, que vive en La Matanza, en su casa de siempre.

Y está en relación proporcional y simétrica a la cercanía o a la lejanía con Néstor.

Y también venía de antes, recuerdo cuando los caceroleros (léase en principio clase media porteña) los recibió en la Plaza de Mayo con aplausos. Fue el año 2002 y se coincidía en el derrumbe del gobierno errático de la Alianza. Ahí era bueno.

Pero cuando las cacerolas salieron a apoyar a los destituyentes agrarios la cosa se tensó. Luis fue un malo que le pegó una regia piña a un provocador, y pasó a ser un malo negro mercenario.

Ahora parece que tuvo un veranito con los medios.
Bastó que dijera que Néstor lo tenía con "las bolas por el piso" para que todos los medios serios lo reinstalaran hasta inclusive en sus editoriales y sus tapas. Un fin de semana que volvió a ser bueno.

Por lo menos hasta la reunión que tiene pendiente con Néstor.

Cuando se definan las coordenadas.

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