El presidente Lula da Silva afirmó que “cuando era la época de vacas flacas (en la región) nadie nos venía a ayudar y el FMI decía lo que teníamos que hacer y no hacer”, y ahora que la crisis golpea a Europa y Estados Unidos el organismo no aparece porque "cuando la crisis es de ellos, fingen que no la tienen".
Clarísimo como siempre, Lula da Silva le recordó al FMI su pasado dogmatismo neoliberal que intentó aplicar a sangre y fuego en la región, en crisis pasadas, y que ahora que la debacle es en los centros de decisión global, se calla ante las medidas intervencionistas de los gobiernos de Estados Unidos y Europa que harían palidecer al difunto John Maynard Keynes. "¿Dónde se metió ahora el FMI?", afirmó ayer Lula desde la paradisíaca Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro. "Cuando se trataba de Brasil o de Argentina, el Fondo hizo pronósticos y dictó qué hacer y qué no hacer. ¿Y ahora, donde está?", fustigó, abundando en un razonamiento que ya había anticipado en exclusiva a La Política Online, el ex ministro argentino Jorge Remes Lenicov, que tuvo que lidiar con lo más duro de la crisis posterior al crack del 2001 (ver nota vinculada)."En épocas de vacas flacas nadie nos venía a ayudar. Ahora que tienen perjuicios, ellos quieren socializarlo con nosotros. Nosotros no queremos socializar la miseria, queremos socializar la bonanza", agregó Lula y recordó que cuando en el pasado Brasil enfrentaba una crisis “todas las semanas aparecía un equipo del FMI y decía: "hagan esto o aquello", y el pobre Brasil quebraba", subrayó."¿Donde está el FMI? ¿Por qué no está en Estados Unidos dando opiniones? ¿Por qué no está en Europa opinando? Porque la crisis es de ellos, y cuando la crisis es de ellos fingen que no la tienen", abundó en sus fuertes declaraciones de ayer.El impacto en BrasilEs que ayer, el Banco Central tuvo que salir a vender dólares. Todo indicaba que había regado el mercado financiero con más de 1.000 millones de la divisa norteamericana, según revela hoy ClarínY sin embargo, eso no evitó que ésta se volviera a disparar: fue a 2,31 real por unidad. Pero lo más complicado viene del frente financiero doméstico. Ayer trascendieron dos medidas que Lula se apresta a lanzar en breve.Y las dos apuntan al rescate de entidades bancarias, sean grandes, pequeñas o medianas. Para estas últimas, el gobierno prepara la compra de las "carteras de crédito" de esas instituciones, con la idea de evitar que éstas vayan a la quiebra y defalquen a ahorristas.Pero el paquete no termina ahí: más importante todavía es el plan destinado a acolchonar a los grandes bancos que pueden entrar en crecientes dificultades, adelanta el matutino.Sólo que esta iniciativa, ideada por el presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, y por el ministro de Hacienda, Guido Mántega ,y que prevé el empleo de las reservas en dólares acumuladas por el BC para "prestar" a esas instituciones de primera línea, requiere la aprobación del Congreso.El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social puso ayer en marcha una línea de crédito de US$ 2.500 millones para financiar a sus exportadores, una medida que Argentina observa con lupa.Lula defendió ayer la adopción de otra medida adicional destinada a frenar la oleada que se abate sobre la economía. Dijo que debe ser perfeccionado el sistema de control y que es preciso aumentar el grado de capitalización de los bancos, además de "poner fin al pago de bonos extraordinarios a los ejecutivos".Según el presidente, "no son medidas sólo para Brasil sino para el mundo entero". El jefe de Estado dijo a los periodistas que es preciso "un encuentro internacional para discutir la crisis. Basilea (Suiza) siempre fue la sede de reuniones de los banqueros del mundo. Es hora de que tomen actitudes reguladoras".Y agregó el presidente: "Es preciso poner fin a la maldita figura de los bonos que creó el sistema financiero para premiar a profesionales agiotistas que inventaban ganancias para recibir más premios a fin de año."
fuente lapoliticaonline
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